El monasterio de
Santa Clara de Astudillo, fue fundado en 1356 por María de Padilla,
amante-esposa del rey Pedro I de Castilla, en terrenos que eran de su
propiedad. La iglesia de estilo gótico-mudéjar, es de una sola nave con ábside
poligonal, tal y como era la tipología habitual de las iglesias conventuales
femeninas españolas. Está dividida en tres secciones: la capilla mayor, en la
cabecera; la nave, en la que se sientan los fieles y, a los pies, separado por
un muro leccionario, el coro, que ocupa casi la mitad del templo. En el muro
leccionario, o muro del coro, se abren, arriba y abajo, vanos cerrados por
dobles rejas; una puerta que comunica con el comulgatorio de las monjas y, al
otro lado, la puerta que da al confesonario. La sillería coral, de estilo
mudéjar, fue construida en el siglo XIV, entre 1356-59, seguramente por orden,
y en vida, de la fundadora. Fue vendida en 1930 a un museo de San Diego, en
California y solo quedan, en el MAN, cuatro sitiales altos. La obra pertenece a
un momento avanzado de mudejarismo, cuando los carpinteros ya no tallaban la
madera, solo eran carpinteros de armar que, sustituían la talla por la pintura,
mucho más rápida y económica. Cincuenta sillas con dosel formaban la sillería,
fueron realizadas en pino y, su estructura, de largueros y travesaños, unidos a
caja y espiga; los elementos metálicos, clavos de cabeza ancha, se redujeron al
mínimo. Cada sitial está inscrito entre columnas prismáticas ochavadas, con
capiteles y basas bastante toscos. Lo mejor de la sillería, lo que le hace
única entre las sillerías medievales conservadas es, su rica y brillante
policromía. Fue pintada al aceite, al estilo morisco, con elegante decoración
vegetal y heráldica. Los techillos del alero se adornan con una gran roseta
blanca de 8 pétalos; en el papo, línea en zig-zag con florecillas trilobuladas
blancas, mientras que en los laterales de las vigas, alfices y aliceres,
aparece una hermosa decoración de ataurique, con estilizados roleos y hojas
lobuladas. Pero el motivo más repetido, en enjutas, aliceres, tabicas, bolas,
etc... es el escudo de doña María: un león rampante, en losange por ser de
mujer, que D. Pedro le regaló para que lo usara en su escudo y, en las
esquinas, las cuatro badilas de los Padilla. Los canecillos aquillados, que
sujetan el tejaroz, se han pintado imitando la cabeza de un animal. Sobre fondo
blanco: ojos, boca, lengua y manchas redondas en las mejillas. Son los únicos
elementos figurados y, parecen la representación caricaturesca de toros o
bueyes. Esta magnífica sillería alta, es el ejemplar más antiguo conservado en
España y, la escasez de mobiliario mudéjar que ha llegado hasta nosotros, acrecienta
su valor e importancia. La riqueza de color, que tanto gustaba en el
mudejarismo, desapareció por completo de las sillas de coro, al triunfar la
influencia flamenca en el siglo XV.
Rocío
Pérez
⧫⧫⧫⧫⧫⧫⧫⧫⧫
NOTA (Aportación de F. Javier Bartolomé sobre la ubicación de los sitiales de la sillería coral de Santa Clara): El "grueso" de la sillería se encuentra en la Misión de San Diego de Alcalá (la misión más antigua de Estados Unidos) en la ciudad de San Diego en California. También hay varios sitiales en el Museo de Detroit y cuatro en el MAN de Madrid.
Así pues la histórica sillería mudéjar de Astudillo se encuentra dispersa en tres localizaciones (San Diego, Detroit y Madrid).
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