El apodo con el que se conoce a los astudillanos es "yeseros". Llegó a haber más de cien trabajadores dedicados a este oficio en su momento. Varias familias (los Bahillo, Ampún, Reinoso, Nava, Arija, Cantero, Serna, Sancho, entre otras) se dedicaban a extraer el "rillo" (puntas de yeso) en las cuevas y allí hacían todo el proceso: Extracción, calcinación, majado y cribado, obteniendo un yeso blanco de excelente calidad que luego vendían por lo pueblos transportándolo en carros y burros. En la foto se pueden ver los mazos ("palancas") que utilizaban para majar (machacar) el yeso.
