Constanza, segunda hija de Pedro I y María de Padilla, fue la encargada de relatar los diferentes hechos acaecidos en torno a su progenitor, mostrándonos un sin fin de personajes, guerras, intrigas, acuerdos y tratados de la época entre los reinados de Portugal, Inglaterra, Francia y Castilla. Parte de la historia con consecuencias directas en nuestra tierra. También condujo la recreación de cómo se ganaron las mujeres palentinas la banda dorada, concedida por el rey Juan I de Castilla, honrando así la heroica defensa de la ciudad de Palencia ante el ataque de Duque de Lancaster con su ejército inglés, aprovechando que los hombres se encontraban atendiendo campañas militares fuera de la ciudad. "Derecho de Tocas", un privilegio que conllevaba el no tener que inclinarse ante el rey y que, hasta entonces, sólo podían llevar los hombres. Constanza terminó narrando el enlace entre su hija Catalina de Lancaster y Enrique III, primeros Príncipes de Asturias, en la catedral de Palencia en 1388.