Tal día como hoy, allá por el año 1147, el rey Alfonso VII concedió a nuestra villa los buenos fueros de
Castrojeriz, premiando con ellos la fidelidad de los varones de Astudillo. A
los caballeros de la villa se les otorga el privilegio de infanzones, se les
exime de los tributos de minzo (el
señor del pueblo podía elegir para sí la mejor alhaja del que moría) y manería
(tributo que se pagaba del caudal del que moría sin sucesión o sin
herederos forzosos) y se les dispensa de ir a la guerra.